Francisco Martínez Lázaro ha recibido la Medalla de Gran Donante y el diploma que concede la Federación Española de Donantes de Sangre con lo que se convierte en una de las personas más jóvenes que recibe este galardón. Martínez, de 47 años, lleva donando sangre desde los 18 años «pero desde los 12 años está en Cruz Roja». Cada tres meses tiene una cita con el Banco de Sangre y jamás ha faltado. Incluso en una ocasión, cuando estuvo ingresado en Palma por una operación en un ojo «me enteré que necesitaba sangre un albañil que había sufrido un accidente y me levanté de la cama para donar», recuerda.

Casado y con dos hijos, este agente comercial que llegó a Eivissa procedente de Caravaca de la Cruz con 30 días, Francisco Martínez recuerda que «siempre hace falta sangre».