El Consell d'Eivissa i Formentera se reunirá con los vecinos del edificio de la calle González Abarca donde está ubicado el centro de menores de acogida ante la situación de malestar creada por los problemas de convivencias aquejados con estos adolescentes.

La consellera insular de Benestar Social, Sofía Hernanz, entiende que los vecinos del edificio pueden tener problemas: «Comprendemos el malestar y preocupación de los vecinos. Vamos a reunirnos con ellos para que nos cuenten la problemática y buscar soluciones». El Consell tenía conocimiento de que estos menores eran conflictivos «pero no teníamos constancia de la incomodidad tan grande que provocaba a los vecinos», precisó Hernanz. De este modo, el Consell ha decidido reunirse con ellos, aunque sin una fecha concreta, «para que nos cuenten detalladamente donde están los problemas para ver qué tipo de medidas se pueden adoptar». «Vamos a intentar por todos los medios tratar de solucionar los problemas de la incomodidad de los vecinos porque es nuestra obligación».

Respecto a un cambio de ubicación en el centro, el Consell no ha contemplado esta posibilidad. «Primero tenemos que reunirnos con ellos, porque son los que conocen la problemática de la escalera. Hablar de traslado ahora es muy precipitado. Lo primero es adoptar las medidas para que hagan más fácil la convivencia», añadió Hernanz.

Los vecinos dieron a conocer anteayer ante la opinión pública los problemas de convivencia que sufren en el edificio desde la ubicación del centro de menores, ya que los adolescentes son conflictivos. Los vecinos han recogido dos centenares de firmas pidiendo el cambio de ubicación del centro debido a los problemas ocasionados por los adolescentes.

El Consell trasladó hace tres años el centro de menores a un piso de su propiedad a la calle González Abarca, ya que antes se encontraban en Bisbe Huix. El Consell aumentó el personal e incluso adoptó medidas de seguridad en el centro, como barrotes en las ventanas.

La reforma acometida no ha ido en consonancia con los problemas desencadenados debido a la aplicación de la Ley del Menor, ya que retrasa la edad penal de los jóvenes en la responsabilidad de algún delito excluyendo las penas de prisión.