El experto en turismo, Ernesto Ramon Fajarnés, presentó ayer en Sant Joan el avance del «Estudio sobre el futuro económico del municipio de Sant Joan», en el que apunta que hay varios temas que afrontar para conseguir que el municipio tenga una oferta turística «conocida y diferente». Para Ramon Fajarnés «cualquier destino turístico que no sea capaz de diferenciarse del resto lo va a pasar mal porque va a tener que abaratar los precios y tendrá menos rendimientos», advirtió. Además, remarcó que la cultura ibicenca puede utilizarse como fuente de generación de riqueza. «Es triste que en Eivissa todo el negocio vaya directamente a la hostelería y no hacia otros sectores económicos», dijo, y añadió que aunque la economía de Sant Joan sea de tiendas pequeñas y negocios agrícolas también se puede beneficiar del desarrollo turístico.

La protección del territorio en Sant Joan, que ha coartado su crecimiento, no debe ser obstáculo para encontrar pequeñas soluciones que permitan sacar beneficio incluso de los bienes afectados, según el profesor. Si se construye «habrá que exigir la conservación de la naturaleza y el cuidado de la estética», puntualizó, afirmando que «en Eivissa hay muchos hoteles, pero muchos no tienen un aspecto muy bueno». Otra de las prioridades del avance del proyecto es dotar de «vida» a los núcleos de Sant Miquel y Portinaxt, que se mueren cuando termina la temporada. «Sólo falta que pasen rodando balas de paja como en las películas del Oeste» , bromeó.

Ramon Fajarnés cree imprescindible apostar por la calidad de los servicios y por ello pide desalinizadoras en «Sant Vicent, Portinaxt y Sant Miquel para que el agua sea de primera calidad». Reconoce que podría haber quejas de ecologistas pero cree que se daría respuesta a las exigencias medio ambientales potenciando el uso de energías alternativas. Otro proyecto ineludible es el de un campo de golf «que no tiene porqué ir vinculado a una gran urbanización» ya que incluso se podrían habilitar casas particulares en el campo como pequeñas residencias para turistas, sugirió. Destacó también que la mayor parte de las leyes turísticas y territoriales se hacen a imagen y semejanza de Mallorca sin tener en cuenta que tanto las casas como los terrenos son mucho más grandes en la isla vecina.