La consellera de Medi Ambient del Govern balear, Margalida Rosselló, inauguró ayer la interconexión de las desaladoras de Sant Antoni y de Eivissa. Rosselló aseguró que «ésta es una de las obras más importantes que se han realizado en Eivissa y con ella se podrá acabar con uno de los problemas históricos de la isla, el desabastecimiento de agua». Asimismo, explicó que la canalización de la desaladora de Sant Antoni a la de Eivissa optimizará los recursos producidos por las dos plantas, sacando el máximo rendimiento a la desaladora del municipio de Portmany, que hasta ahora ha trabajado al 30 por ciento de su capacidad.

Las obras, que ha realizado la empresa ACS en un plazo aproximado de ocho meses con un coste de 5.800.000 euros, forman parte del Plan Hidrológico de las Illes Balears. Rosselló afirmó que los 20.000 m de agua diarios que se consiguen con la interconexión permitirán abastecer la bahía de Portmany, Eivissa y Santa Eulària con más eficiencia y menor coste ecológico.

Además de aumentar el caudal, la consellera aseguró, que las nuevas infraestructuras, entre las que se incluye una estación de bombeo y un depósito regulador en Sant Rafel, permitirán aumentar la calidad del agua que se suministra en Eivissa. Rosselló explicó que «mientras ahora sólo un 30 por ciento del agua que se consume procede de las desaladoras y el resto de pozos, la interconexión permitirá invertir la situación y que sólo un 30 por ciento del agua consumida venga de los acuíferos y el 70 por ciento de las dos desaladoras». Asimismo, añadió que la interconexión permitirá que cuando haya baja demanda se pueda conducir el agua desalada a los acuíferos de Santa Eulària para su almacenamiento, lo que contribuirá además a su recuperación y desalinización. Por otra parte, la consellera pidió disculpas por todas los problemas causados por estas obras.