Miki Campins, Alberto Serra, Paco Vicedo y Carlos Cerdá tocan unos sacos plásticos. Foto:KIKE TABERNER

Miki Campins, Carlos Cerdá, Alberto Serra y Paco Vicedo son los cuatro integrantes de 'Percussi o no', el grupo de percusión que ayer ofreció dos conciertos pedagógicos en Can Ventosa para alumnos de Secundaria de los institutos de Eivissa y Formentera. Los cuatro jóvenes integrantes de este grupo con tres años de trayectoria ofrecieron un recital en el que, además de explicar los nombres y tipos de instrumentos, tocaron piezas variadas para mostrar sus virtudes y propiedades.

«Queremos transmitir la música a través de la percusión y mostrar la versatilidad que tienen sus instrumentos», señaló Paco Vicedo, el componente del grupo que dialogó con el público durante la actuación. «Lo que queremos mostrar a los chavales con nuestra actuación es que con una caja, un tambor, una batería o un vibráfono se puede hacer otro tipo de música diferente a la que están acostumbrados a escuchar», añadió Alberto Serra. Para demostrarlo, los 'Percussi o no' salieron al escenario dando la bienvenida al público improvisando un tema étnico inspirado en sonidos africanos primitivos, siguiendo con un rock marcado con palmas, taconazos, chasquidos de lengua y risas muy aplaudido por los jóvenes que llenaron el auditorio sorprendidos con el resultado de la combinación de los diferentes sonidos.

«La percusión es ritmo, melodía y armonía», puntualizó Alberto Serra, «y con sus instrumentos se puede llegar a interpretar temas de jazz o incluso hacer una transcripción de un movimiento de una sinfonía», añadió. Tal y como anunciaron antes de su segunda actuación, los integrantes de 'Percussi o no' conectaron directamente con el público, que siguió atentamente el concierto que se prolongó durante poco más de tres cuartos de hora.

En ese espacio de tiempo el cuarteto de percusionistas desfiló por la marimba, el vibráfono, las cajas, los bombos, la batería, los platos y distintos tipos de tambores. En uno de sus temas estrella, el 'Living room music' de John Cage, utilizaron hojas de periódicos, ruidos de tazas de café y cucharillas sobre la porcelana de las mismas para interpretar un tema en el que no faltaron los rumores y palabras sueltas en inglés recibidas con carcajadas por parte del público.

El plástico de unos sacos de basura azules más o menos hinchados y arrugados también sirvió de instrumento musical a los percusionistas mallorquines que finalizaron su concierto con una batukada a ritmo de samba en la que invitaron a cuatro jóvenes del público a subirse al escenario. Los músicos noveles, siguiendo las indicaciones de Vicedo, dieron el toque de percusión exótica al último tema en el que el público sentado en la sala de butacas hizo lo propio marcando el ritmo con palmas a distintos tiempos.

E.Estévez