El Archivo Parroquial de Sant Antoni cuenta con numerosas joyas manuscritas e impresas en buen estado de conservación. Una colección que asciende a unos 250 volúmenes con ejemplares del siglo XV hasta la actualidad. El doctor en Filología Catalana y catedrático Marià Torres es un experto conocedor de este archivo que califica de «único» en las Pitiüses por contar con documentación íntegra desde finales del siglo XVIII hasta la actualidad.

«Es un archivo muy completo que no ha sido destruido desde 1782 hasta hoy. Esa continuidad documental en los libros de cuentas, registros de bodas, bautizos y defunciones, y contratos de compra-venta que se conservan son muy importantes para estudiar la evolución de la población, completar biografías y árboles genealógicos y también para realizar estudios lingüísticos», precisó Torres, un estudioso de los documentos de este registro antes de mostrar con sumo cuidado el documento más antiguo.

«Este pergamino es de 1470 y recoge un documento manuscrito de compra-venta de un molino que, posteriormente, ante la escasez de papel y pergamino, se reutilizó como tapa para un libro de cuentas de 1648, otra joya de esta biblioteca, ya que en su interior se recogen con todo lujo de detalles los gastos generados por las obras de ampliación de la iglesia», detalla Marià Torres. «También noticias como ésta en la que se habla de cómo los ibicencos se enfrentaron a una barca de moros y tras extraerles el botín fueron a la Plaza de la Catedral para subastarlo y entregar el dinero obtenido a la Iglesia», indicó el estudioso señalando unas páginas escritas en catalán de la época. Otro tesoro bibliográfico es el libro de cuentas de la Cofradía de Santa Agnès, también del XVII en el que se reflejan los gastos generados por las comidas, la compra de joyas, las puntas para el montaje de la imagen, la cera, el aceite y hasta el alquiler de una mula.

Un libro de sermones de Sant Vicent Ferrer de 1505 impreso en latín y en caracteres góticos es otro de los libros a destacar. El volumen 'Rituale Romanun', de 1651, un libro de prácticas de liturgia editado en Venecia es una obra curiosa en la que se incluyen rituales, intervenciones, oraciones, música y letras de canciones para situaciones especiales. Como anécdota Torres mostró el 'Exorcismo de la Sal'. «La sal es el elemento bíblicamente más puro y se utilizaba para purificar otras materias. Esta oración era la que se recitaba para expulsar al demonio de la sal. Además de los grabados es interesante resaltar algunos símbolos incluidos en el texto que indicaban los momentos en que tenía que hacer la señal de la cruz».

E.Estévez