Eduardo Escudero, coordinador de Trasplantes del Hospital de Can Misses, en la entrada de la UCI. Foto: MARCO TORRES

Si no hay una oposición por parte de los familiares, por ley, todos somos donantes siempre que se produzca una muerte encefálica, aquella en la que cesan las funciones cerebrales de la persona y el paciente sobrevive mediante la respiración asistida», resume Eduardo Escudero, el coordinador de Trasplantes del hospital de Can Misses, un servicio operativo desde el pasado mes de agosto y que, de momento, no ha realizado ninguna intervención.

«Aquí en Can Misses sólo contamos con personal médico capacitado para extraer renales, así que si aparece alguna donación de otros órganos lo que hacemos es avisar a la ONT, la Organización Nacional de Trasplantes, para que coordine el viaje de equipos especializados de otros hospitales, preferentemente de la zona catalano-balear, para que hagan las extracciones correspondientes de córneas, pulmones, hígados, páncreas, corazones y tejidos», resumió Escudero.

El coordinador explicó que está previsto que la unidad que dirige cuente en un futuro con personal y equipos capacitados para la extracción de córneas y tejidos, de manera que su servicio verá ampliada su capacidad de intervención. Escudero, habituado a trabajar con este tipo de intervenciones, destaca la importancia de las donaciones de órganos y la sencillez con la que una persona puede hacerse donante. «Lo más importante, más que tener el carnet de donante, es que el paciente en vida haya manifestado a sus familiares en alguna ocasión su deseo de donar sus órganos, aunque la decisión final siempre la toman los familiares», señaló.

«La familia es la que tiene siempre la última palabra en el momento de dar su consentimiento para la intervención mediante la cual se extraen el órgano u órganos a implantar, de ahí el éxito del sistema español de donaciones», reveló el facultativo.

Eduardo Escudero especificó que el éxito del sistema español, actualmente copiado por otros países, reside en dejar que la decisión final la realicen los más allegados. «Con esto y con la buena organización y coordinación entre la ONT y los distintos equipos de trasplantes autonómicos, se ha logrado que España sea el país del mundo con mayor número de extracciones de órganos por habitante, algo por lo que tenemos que sentirnos orgullosos», argumentó.

Eva Estévez