En el Pla de Corona los propietarios han tenido que desembolsar grandes cantidades para soterrar los cables.

La propietaria de una casa en una finca rural en Eivissa se encontró con que tenía que pagar de su bolsillo la conexión particular de su casa al suministro eléctrico de la red general. Un total de 700 metros de cables que debían ser soterrados, tal y como obliga la ley, al tratarse de una zona rural. Al pedir el presupuesto se encontró con que le iba a costar 96.300 euros (16 millones de pesetas).

Este es sólo uno de los cientos de casos que ha detectado la compañía de suministro Gesa en las Pitiüses, donde abundan las casas en el medio rural. «No sólo es mucho más costoso soterrar que la línea aérea, sino que, además, el cable debe ser muchísimo más largo», explicaba a este periódico una portavoz de Gesa que remarcó que «el coste está siendo tres o cuatro veces más; triplica o cuadriplica el coste normal de instalación de una red».

Los clientes que llaman a Gesa para solicitar un nuevo suministro tienen que asumir el mayor coste de la instalación (el cableado), del que se encarga una empresa de electricidad o instalador eléctrico autorizado. Una vez que el instalador hace el proyecto, éste debe presentarse a Gesa, que lo visa (al igual de Indùstria y el Colegio de Ingenieros). Una vez acabada la instalación, «ésta repercute a Gesa que es la que se encarga del mantenimiento y de explotación posterior». Hasta ese momento el coste de la obra lo asume el cliente «a no ser que sea una red de extensión con iniciativa de Gesa para dar suministro a una zona rural con varias casas». La compañía asegura que constantemente se están haciendo actuaciones en este sentido, a través de un plan de inversiones para mejorar la calidad del suministro en las islas.

En lo que a ayudas se refiere, el Govern subvenciona soterramientos en zonas muy concretas y en unas cantidades que no cubren el coste del soterramiento en su totalidad. «Siempre es bueno que haya ayudas en este sentido "considera Gesa" pero no cubren todas las zonas».

Otro problema añadido es que no siempre es posible realizar un trazado de cable soterrado ya que, si no hay un camino, no se puede hacer. «No está permitido colocar conexiones subterráneas campo a través por motivos de seguridad ya que una simple excavación los dañaría», señala Gesa.