Flora y fauna, montañas, mares, rocas; personajes como 'en Joanet'; aves exóticas de ricos plumajes, dragones de cuatro cabezas, chumberas, molinos o estrellitas de mar. Josep Joan Ferrer ha desplegado abundantes detalles del imaginario popular y colectivo para crear las ilustraciones que acompañan el calendario que ha editado la Conselleria de Presidència. Basado en las rondalles mallorquinas recopiladas por mossén Alcover, su objetivo es conmemorar el XX aniversario del Estatut d'Autonomia, que será en 2003.

Ferrer se ha servido de una estética orientalizante que recuerda las miniaturas de los códices antiguos y el cómic de contenido histórico y fantástico. La fantasía que desplegan las rondalles queda patente en estos dibujos.

Cada una de las láminas del calendario corresponde a una rondalla, representada por un dibujo enmarcado en una orla de decoración geométrica o vegetal en la que, en ocasiones, se enrosca una vid o un lagarto. El llop, s'eriçó, el moix, la titina, es cans y ses llebres, es gallet. Los animales que protagonizan estas historias populares son también el centro de los dibujos, recreados y situados por Ferrer en paisajes imaginarios con apuntes de vegetación local.

«Això era i no era...» es el título de este calendario para 2003. Los textos que lo acompañan pertenecen al volumen I de «L'aplec de rondalles mallorquines d'en Jordi d'es Racó», edición a cargo de Josep A. Grimalt con la colaboración de Jaume Guiscafrè (Editorial Moll, 1996).

En la página inicial del mismo se puede leer que «en las Illes Balears la narrativa popular es una parte significativa de nuestro patrimonio cultural». Ése es el motivo de que «esta propuesta plástica», que da «una visión sugerente» de las rondalles, quiera ser un homenaje «a una manifestación singular de los pueblos illencs», a una forma de expresión que, como dijo Francesc de Borja Moll, es «patrimonio de toda la humanidad». Desde la Conselleria de Presidència se apunta que «a lo largo de los próximos meses pondremos en marcha una serie de iniciativas y actividades» para celebrar el XX aniversario de l'Estatut, entre las que este calendario es una de ellas. El mundo de imaginación y poesía que encierran las rondalles «nos ha parecido una buena base para estimular la consciencia sobre nuestra personalidad diferenciada».