La economía de las Pitiüses no va lo bien que iba. Esta es la clara
conclusión del informe que presentaron ayer en Eivissa el director
de la Caeb, Enric Moreno, y el responsable de economía de la
patronal, Vicenç Tur. Éste último cree que para evitar una debacle
el año próximo las autoridades deberían «poner las menos cortapisas
posibles al desarrollo de la actividad de las empresas».
Así, este año en las Pitiüses no ha habido crecimiento del PIB
sino un descenso, del 0'8 por ciento (el año pasado creció un 1'4 y
en 2000 un 4'7 por ciento). «El crecimiento económico se ha
desacelerado y ha generado una situación de crecimiento negativo»,
según Tur que explicó que el turismo ha bajado (este año se han
perdido más de 80 millones de euros en ingresos por este concepto)
y el resto de sectores no han generado lo suficiente «como para
compensar esa bajada».
Entre los datos más preocupantes referentes a turismo está la
caída de un 10 por ciento sobre las estancias turísticas del año
anterior; el descenso de un 9'7 por ciento en el número de
pasajeros de aeropuertos nacionales y de un 8 por ciento en lo que
respecta a aeropuertos internacionales. En cuanto a construcción se
aprecia un descenso del 29'1 por ciento de los proyectos visados,
que son los que se van a construir en un futuro más o menos
cercano. A pesar de esta última cifra, el número de viviendas
acabadas y entregadas en Balears en 2002 aumenta un 1'3 por
ciento.
Otros indicadores bastante significativos de la complicada
situación que atraviesan las Pitiüses son los de matriculación de
vehículos, que se ha precipitado un 13'6 por ciento, o el consumo
de gasolinas de aviación, que ha decrecido un 18'6 por ciento. Un
indicador positivo es que ha aumentado un 1 por ciento el número de
ocupados y un 9'3 por ciento el total de contratos de trabajo. Como
dato negativo del mercado laboral está el del paro, que ha
aumentado un 8'2 por ciento.
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