El desastre ecológico de Galicia ha puesto en primera línea el valor de los voluntarios; esas personas que sin ánimo de lucro hacen un trabajo que beneficia a todos. Ayer, voluntarios, colaboradores, antiguos directivos e integrantes de la Banda de tambores y cornetas de Cruz Roja Juventud tuvieron el único pago que pueden recibir de la sociedad: el reconocimiento y el cariño.

Diplomas, placas y medallas, pero, sobre todo, aplausos enérgicos y sonoros vítores fueron el premio que recibieron en el acto de celebración de la patrona de Cruz Roja personas como Vicente Domínguez y José Colomar (ex presidente de Cruz Roja) que recibieron medallas de plata, o Lorena García, Javier Guerrero, Antonio Rodríguez, Oscar Cardona, Ruben Escandell, Eva Ferrer... entre otros muchos galardonados.

Incluso la presidenta de la Cruz Roja de Eivissa, Karmen de Juan, tuvo ocasión de emocionarse cuando le entregaron por sorpresa un ramo de flores en agradecimiento por su trabajo.

Otra de las novedades de este año fue la inauguración de un libro de honor donde las autoridades e invitados podrán firmar para dejar constancia de su solidaridad con la causa. La primera firma fue la de la presidenta del Consell, Pilar Costa, que escribió: «A la Cruz Roja por su inestimable trabajo desinteresado, por su solidaridad y entrega a los demás. Con admiración». Seguro que toda la sociedad pitiusa secunda estas palabras.