Niños, mujeres y hombres. En ese orden los vecinos de Es Cubells pasearon los santos en procesión. Foto: M.T.

La espesa niebla que a última hora de la tarde de ayer cubría el cielo de la zona de Es Cubells, le daba un toque distinto e incluso atractivo al ambiente festivo que reinaba en la Plaça Francesc Palau i Quer a la hora en que se iniciaron los actos que conmemoran el día de Santa Teresa. La de ayer fue una festividad que transcurrió entre el día y la noche. Cuando la misa solemne oficiada por el Obispo Agustín Cortés dio comienzo era todavía de día, pero cuando finalizó la procesión la oscuridad comenzaba a caer sobre el pueblo. Un detalle tan simple como es la hora en que se celebra la misa supuso que en la procesión se incluyesen unos farolillos que iluminaron el trayecto por la calle principal de la localidad.

La consellera de Cultura, Fanny Tur, el conseller de Turisme, Josep Marí Ribas, el ex conseller de Cultura del Partido Popular, Joan Marí Tur y el concejal de Festes del Ayuntamiento de Sant Josep, Josep Marí Marí, fueron los representantes políticos que hicieron acto de presencia. En la plaza, los puestos de dulces que ofrecían los populares algodones o las palomitas caramelizadas, compitieron con las orelletes en una carrera en la que vencieron los tradicionales dulces. El ágape tuvo lugar una vez finalizada la procesión y en la parte posterior de la iglesia, con un espectacular paisaje al fondo.

Hace alrededor de tres décadas Nuestra Señora del Carmen ocupaba el lugar privilegiado que ahora tiene Santa Teresa. «Antes se celebraba la Patrona del Carmen y venía gente de todos los municipios andando tras hacer sus promesas "explicaba Josep Marí" pero poco a poco, como en julio todo el mundo empezó a trabajar de temporada, la fiesta se sustituyó por la del día de Santa Teresa». Carmen o Teresa, lo importante es encontrarse, al menos, una vez al año.