La fotografía es mi hobbie y mi profesión, y soy muy afortunado al poder hacer lo que quiero y como quiero». Luis Freitas, «ibicenco de adopción», se autodefine a sí mismo de este modo tan sencillo y contundente. Reside en la isla desde 1978 donde se ha dedicado por entero a la fotografía como free lance. Vivir de la fotografía como lo hace ahora, regentando Foto Show, ha venido casi sin quererlo. «Fueron las circunstancias», recuerda divertido, al comentar su carrera. «Empecé con un socio, Pedro María, salmantino, con la firma Art Center. En aquella época apenas había gente que se dedicaba a hacer fotos de la noche bien hechas. Había quien las hacía en plan chapuza. Nosotros le dimos un poco de seriedad al tema. No hacíamos fotografías por hacerlas, sino que entregábamos algo que realmente valía la pena», recuerda.

«Hemos trabajado en todas las discotecas y elegíamos los temas en la misma medida que se eligen ahora: no hacíamos fotos sólo de cara al turista, sino también de cara a la discoteca, para sus archivos particulares, y también para muchas revistas y publicaciones especializadas con temas nocturnos y de paisajes de la isla». Con su base de operaciones siempre en Sant Antoni pero trabajando en toda la isla, Freitas dirige desde 1990 Foto Show, una tienda fotográfica que se ha convertido en un referente para la mayoría de los turistas noctámbulos que visitan las discotecas de Eivissa.

Desde sus comienzos a finales de los setenta hasta ahora, el mundo de la imagen y la fotografía ha sufrido grandes transformaciones, entre ellas la inmediatez y el color. «Empezamos con blanco y negro y todo manual. Hoy en día tenemos una máquina que lo hace todo automático y digital. No es que fuera más difícil o complicado, simplemente era diferente. El que la máquina sea automática no quiere decir que lo haga todo; si no sabes manejarla no haces buenas fotos», puntualizó. «Empecé con una FTB que, por supuesto, conservo», señaló antes de comentar la introducción del color en el 87: «No tengo preferencia ni por el color ni por el blanco y negro; hay cosas que prefiero hacer en color y fotos que tienen que ser en blanco y negro, como el fotoperiodismo», señaló.

Por su establecimiento han pasado fotógrafos ibicencos hoy consagrados. «Todo te sirve como escuela. Sabiendo lo que tú quieres y a dónde vas, puedes aprender de todo. De hecho, hay mucha gente que empezó con nosotros que hoy está trabajando como reportero gráfico en distintos medios de comunicación», explicó Freitas quien, humilde, no se siente maestro de nadie: «Hemos sido compañeros de trabajo en un determinado momento. No me siento ni soy nada más que un fotógrafo que tiene un negocio y que está al frente de él. Yo también he aprendido de ellos porque aquí siempre hemos sido, más que un jefe y muchos empleados, un montón de gente que trabaja en un equipo».