Miguel Àngel López es un periodista y empresario con un hijo de nombre Zero que ronda los cinco años. A pesar de su juventud, Zero tiene clara su orientación sexual, gay, y su objetivo en la vida, «ir más allá de la comunicación y apoyar el reconocimiento de los gays», explica el padre (oficialmente hablando director general) de la criatura. En los últimos tiempos esta publicación ha despertado mucha expectación al aparecer en sus páginas personajes conocidos o ligados a ámbitos del ejército y la iglesia asumiendo abiertamente su homosexualidad.
«A nosotros no nos obsesiona sacar a las personas del armario, es algo que no hemos forzado aunque hemos trabajado en eso porque creemos que es necesario crear referentes», asegura el director. Tanto Miguel Àngel como Carlos de Cires, coordinador de los números especiales, aseguran que, a pesar del crecimiento y el asentamiento de Zero en el mundo editorial, la revista mantiene la voluntad de independencia con la que nació. «No nos resulta difícil mantener esa independencia cuando se tienen las ideas claras sobre los derechos por los que hay que luchar y lo que hay que denunciar. Ahora mismo no nos podemos poner límites porque reclamamos cosas obvias y progresistas», apunta Miguel Àngel.
Con una tirada de 50.000 ejemplares, más de 230.000 lectores y una plantilla de casi 30 personas, el Grupo Zero no descarta entrar en otros mercados. «No existen emisoras o canales dirigidos exclusivamente a un público gay porque a los medios generalistas les cuesta cambiar la forma de ver las cosas, sobre todo si hay un poder económico detrás. Aceptar lo gay les da miedo porque es algo que no conocen», afirma López.
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