La comisión permanente del Consejo Escolar de Balears celebró ayer una reunión en el Ayuntamiento de Eivissa en la que se expuso la necesidad de implicación de todas las instituciones, en especial los consistorios, para mejorar la educación. «No basta que el Govern haga inversiones sino que los ayuntamientos colaboren activamente en la cesión de solares y en facilitar la construcción de edificios», dijo ayer el presidente de la comisión permanente de este órgano, Bernat Sureda. «Se necesita un acuerdo entre todas las instituciones», añadió.

El Consejo Escolar de Balears, el máximo órgano de representación de la comunidad educativa integrado por alumnos, profesores, padres, asociaciones empresariales, centros privados y las diferentes administraciones, invitó a la reunión de Eivissa al delegado d'Educació, Antoni Marí, que informó sobre la situación educativa, y al presidente de la FAPA, Antoni Pomar, sobre el movimiento asociativo de padres.

Sureda explicó que el Consejo Escolar es un organismo consultivo que «vigila y supervisa el funcionamiento del sistema educativo como una garantía de que no sea sólo una cuestión de los políticos, sino de la sociedad». Entre las cuestiones abordadas ayer figura el visto bueno a los dos proyectos de decreto que regulan las asociaciones y confederaciones de asociaciones de padres y alumnos. También se informó del proyecto sobre la regulación de los consejos escolares insulares y municipales. El Ayuntamiento de Eivissa ultima la puesta en marcha el consejo escolar municipal. La concejala de Educación, Lurdes Costa, aseguró que la intención «era hacerlo aunque fuera de manera provisional antes de que se entregara el borrador». Respecto a la Ley de Calidad, el Consejo pidió su retirada aunque no se pronunció sobre la huelga convocada el día 29.