Más de doscientas cincuenta personas iniciaron ayer en el Camí de
es Cap, la segunda edición de la vuelta a Formentera a pie. Venidos
de todos los puntos de la geografía española e incluso del
extranjero, los caminantes dieron los primeros de los cientos de
miles de pasos, quizás millones, que habrán de dar a lo largo de
tres días para culminar una iniciativa turística en la que se
conjuga la faceta lúdico deportiva con los aspectos ecológicos,
históricos, gastronómicos y culturales.
Los 250 participantes (la organización tuvo que rechazar a más
de un centenar de candidatos por cuestiones de logística) se
hicieron la primera fotografía de familia en es Cap de
Barbaria.
El recorrido condujo a los caminates a través del altiplano de
es Cap en dirección a Cala Saona, la única cala abierta a poniente
en Formentera, para seguir después hacia la Punta Gavina. El punto
de parada para el almuerzo fue el área recreativa de Can Marroig.
Tras ese alto para reponer fuerzas, los excursionistas bordearon
s'Estany des Peix y tras cruzar la PM-820 a la altura del kilómetro
dos, se dirigieron hacia es Pujols por la riba de Estany
Pudent.
Procedentes en su mayor parte de Catalunya y Balears, algunos
expedicionarios relataban, antes de iniciar la aventura, los
problemas que habían tenido para salir el jueves por la noche o el
viernes a primera hora desde el aeropuerto de Barcelona para poder
llegar a tiempo a Formentera. Como explicaba un matrimonio, «todo
quedaba compensado por el simple hecho de haber podido llegar a
Formentera».
El conocimiento de la celebración de esta maratoniana excursión
se produjo de mil maneras distintas: bien por artículos en prensa
especializada o en suplementos dominicales, a través de clubs de
excursionismo o, simplemente, mediante el boca a boca.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.