EUGENIO RODRIGUEZ La Conselleria de Medi Ambient del Govern balear presentará pruebas ante el juez para demostrar que el 30 por ciento de la superficie dragada en sa Talaia por el barco arenero que contratató el Ministerio de Medio Ambiente para regenerar las playas de la isla afectadas por el temporal se encuentra fuera del área acotada por un informe científico del Imedea. Este estudio establecía una relación de medidas para preservar las praderas de posidonia de la zona. La consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, aseguró ayer en Eivissa que las obras de reposición de arena han sido un «fraude» y que el informe realizado ahora por Mediterraneo Servicios Marinos se aportará al juez como una prueba más del contencioso que el Govern balear inició en contra del ministerio que dirige Jaume Matas.

El Ejecutivo autonómico mantiene, según recordó ayer Rosselló, que el Ministerio de Medio Ambiente interrumpió, con la excusa de la emergencia de la obra, el estudio de evaluación de impacto ambiental de la extracción de arena. El Govern ya dijo entonces que Matas aprovechó la ocasión para sacar adelante un antiguo proyecto de regeneración de playas. Por ello, el Consell de Govern aprobó el 19 de abril interponer un contencioso administrativo que sigue abierto.

El barco draga sobrepasó en dirección a la costa el límite establecido para extraer arena más fina. El arenero dragó 57'4 hectáreas en la zona prevista y 17'8 fuera de ella, afectando tan sólo de forma directa a 0'07 hectáreas de posidonia oceánica. De todos modos, Rosselló indicó que la draga ha producido un daño ambiental «muy importante», con una alteración de los recurosos marinos. Asimismo, recalcó que la reposición de arena en la playa de es Figueral ha alterado severamente la transparencia del agua y la calidad de la arena.