S.Yturriaga05/05/02 0:00
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La gente cree que por llamarse bonsais eso significa que son árboles que no crecen. Pero no tiene nada que ver. Un bonsai es como cualquier otro árbol, la única diferencia es que uno lo modela a través de la poda o del pinzado para que se mantenga en un determinado tamaño», explica José Ribas Ribas. En un minuto, este coleccionista de bonsais que, junto con dos compañeros, ayer exponía en Santa Eulària algunos de sus pequeños árboles, ha acabado con algunas de las convenciones y con una pequeña parte del desconocimiento que versa en relación a lo que es un bonsai. No son, como mucha gente cree, árboles enanos, sino que más bien habría que definirlos como árboles enmacetados.

Su origen proviene de la cultura china, comenta José Ribas. «Antiguamente, cuando un persona tenía que abandonar su casa y mudarse, se llevaba consigo las plantas medicinales que tan esenciales eran para ellos. Ese fue el punto de partida que posteriormente evolucionaría hasta llegar al cultivo de árboles en macetas», puntualiza.

Pero en la historia de los bonsais hay detalles que han variado. Ahora son los japoneses los que se han convertido en los verdaderos maestros de este arte que poco a poco se extiende por Europa. Porque no hay que olvidar, como comenta José Ribas, que el cuidado de estas plantas está considerado un arte.

En la muestra que ayer acogieron los porches de Puig de Missa se pudieron ver unos 15 bonsais del que se podría considerar un tamaño medio. Allí había un olivo silvestre, un pino alepensis, un romero, un olmo, una sabina e incluso una higuera. Junto a José Ribas, quien puede presumir de tener una colección de 150, organizaron conjuntamente esta exposición José Ribas Costa y Manolo Corral Checo. Ribas Costa llegó a dedicarse profesionalmente a su cultivo, aunque actualmente es un hobby que le ha llevado a reunir hasta 30 ejemplares. «Es una actividad muy gratificante. Digamos que es una forma de encontrar una armonía con la naturaleza», explica. Por su parte, Manolo Corral quiere dejar muy claro que «porque una persona tenga una planta no significa que tenga un bonsai; no todo vale», apunta.