«En la isla, propietarios y promotores están mal acostumbrados. O han hecho lo que han querido sin planeamiento, o cuando se ha elaborado un plan ha sido amoldado, desde las instituciones, a sus intereses». El arquitecto Félix Julbe iniciaba el viernes con estas críticas palabras las Jornadas de Ordenación del Territorio organizadas por el Colegio Oficial de Arquitectos, que cada viernes del mes de abril se celebrarán en el salón de actos del Consell. El batallador Julbe no tuvo reparos en señalar que esta isla («que desde el avión parece una inmensa urbanización», dijo) debe «cambiar la permisividad por la norma» para evitar que continúe la degradación del territorio.

Dos de sus contertulios, la ecologista Hanzel Morgan y el geógrafo Néstor Pellicer, confirmaron que es preciso que desde las administraciones municipales se ponga más interés y recursos para acabar con las innumerables obras ilegales que pueblan las Pitiüses. Todos, incluso el constructor Pablo Arriba, coincidieron en que el Plan territorial Insular (PTI) que prepara el Consell debe ser consensuado por todas las fuerzas políticas y sociales. Arriba dijo que los constructores y promotores se sienten «maltratados» por la Administración, insistió en que es preciso que la institución insular cuente con ellos para redactar el PTI y pidió celeridad para acabar ese plan: «Necesitamos saber cuáles son las reglas del juego. No podemos soportar indefiniciones como las actuales, ya que existe indefensión jurídica».

Respecto al PTI y a los posteriores planes generales de ordenación urbana que los ayuntamientos deberán redactar, Pellicer advirtió de que estos últimos tienen que ser revisados periódicamente para que no queden desfasados. También abogó porque, simplemente, se apliquen los instrumentos ya existentes: «Eso ya representaría una importante mejoría». En este sentido, Félix Julbe indicó que más importante que tener un plan es disponer de capacidad para gestionarlo, así como tener ganas de hacerlo. Y dirigiéndose al constructor Pablo Arriba le recordó que «existen limitaciones sobre el derecho a la propiedad», algo que desde el público también indicó el aparejador de Formentera Antonio Calvo, quien instó a «educar a la gente para que entienda que tener un terreno no da derecho a construir».