Faltan 30 segundos para que Joan Buades vote en el pleno que debate
la cuestión de confianza ligada a la aprobación de los presupuestos
de 2002. Marta Roldán, coordinadora de Els Verds, está nerviosa
porque Buades no la mira. Sentada en la cuarta fila desea (así se
lo dice en voz alta al verde Ramon Mayol, sentado a su lado) tener
una señal (un guiño bastaría) para adivinar cuál será su voto. «No
me mira, no me mira», masculla. Faltan 15 segundos y, al fin, Joan
Buades mira a Roldán, frunce el ceño y asiente a un gesto de la
coordinadora: «¡Uff, pensé que se iba a rajar!», respira aliviada
Roldán. Cuatro segundos después Buades dice «no» a la pregunta de
si da su confianza a la presidenta del Consell.
Ese «no» es «lamentable», según Josep Antoni Prats, presidente
de ERC en las Pitiüses, una «demostración de que a Buades le va más
su ego particular, sus ganas de protagonismo, de hacer pasar por el
tubo a todos, que el bien de la gente». «Lo que quería -añade- era
bloquear las negociaciones para llegar a finales de abril, momento
en que no se podía presentar la cuestión de censura, ya que
entonces estaría fuera del plazo posible». Según la Ley de Régimen
Electoral, no se puede plantear esa cuestión en el último año de
mandato.
El secretario general de Entesa Nacionalista i Ecologista (ENE),
Enric Ribes, fue aún más duro: «Els Verds se están automarginando
del futuro del Pacte». Al mismo tiempo destacó un detalle
'positivo' de la experiencia de ayer: «Han venido muchos diputados
de Balears, y así el doble lenguaje de Buades ha quedado al
descubierto de una puñetera vez. Así sabrán allí [en Mallorca] cómo
es el personaje con el que están tratando». Desde las filas de
Esquerra Unida (EU), su coordinador general, Juan Manuel Rubio,
dijo que el conseller del grupo mixto ha cometido una «grave
irresponsabilidad». A pesar de que se temía el resultado, Rubio
dijo que estaba «perplejo» por lo hecho por Buades.
El alcalde de Eivissa y secretario general de los socialistas
pitiusos, Xico Tarrés, consideró que era una «pena» lo sucedido:
«Me sabe mal. Creo que podría haber habido una solución mejor. Lo
que ha ocurrido no es bueno». Como principal edil de la ciudad,
Tarrés cree que lo ocurrido «no afecta» al equipo de Gobierno del
Pacte: «Hay que ser capaces de desligar las actuaciones de un sitio
y otro. No tenemos motivos para quejarnos de Marta Roldán, aunque,
evidentemente, no me gustan sus declaraciones como coordinadora de
Els Verds en contra del Pacte».
El presidente del PP de Eivissa, Josep Juan Cardona, ofreció al
término del pleno una rueda de prensa en la que como portavoz de
sus compañeros consellers reclamó a Pilar Costa que dimita. A su
juicio, y aunque la ley no lo prevea así, la presidenta debe
abandonar la institución por haber perdido la cuestión de
confianza: «Desde ahora tendrá el poder, pero nunca la autoridad»,
señaló. Aunque el punto 6 del artículo 197 bis de la ley de Régimen
Electoral General excluye esa posibilidad, al considerar que el
cese «no es aplicable» cuando la cuestión de confianza está
vinculada a la aprobación de presupuestos anuales, el presidente
popular insistió en que «por coherencia le corresponde dimitir»:
«Se aferra vergonzosamente a la silla».
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