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El Consistorio de Formentera aprobó ayer, con los siete votos a favor del equipo de gobierno, COP y cuatro en contra de la oposición, GUIF, los presupuestos para el presente ejercicio de 2002, por un importe de más de 7 millones de euros. El hecho inusual fue que la aprobación se produjo tras desestimar el equipo de gobierno las alegaciones presentadas por los propios trabajadores del Ayuntamiento contra el capítulo 1 de los presupuestos que se refiere a personal. La argumentación de la COP fue que las alegaciones hechas por el representante sindical de los funcionarios del Ayuntamiento «carecían de argumentos y eran muy subjetivas».

Por su parte la oposición a través de su portavoz, Joan Robert Masdeu, explicó el voto en contra de los presupuestos señalando que «en el pleno anterior ya indicamos que no estábamos de acuerdo en el capítulo de los gastos», añadiendo posteriormente que «los aumentos de salarios no cumplen las normativas y suben más de lo permitido».

El alcalde defendió los aumentos apuntando que son los más bajos de los Ayuntamientos pitiusos, que es imposible contar con una palantilla estable, por ejemplo en la Policía Local por esas mismas razones y que las subidas se ajustan al estudio efectuado por la empresa Auren sobre las necesidades del Consistorio.

Los funcionarios, por su parte, señalan que «no se han tenido en cuenta a los trabajadores ni a sus representantes en todo el proceso», e indican que «no existe contacto ni negociación entre las partes», que no se ha elaborado un catálogo de puestos de trabajo y que cobran los sueldos más bajos de las Balears. Además, apuntan que existe desconfianza y menosprecio por el trabajo de los funcionarios.