Ayer se volvieron a repetir las largas esperas y las quejas por la tardanza a la hora de tramitar el DNI. Foto:G. ROMANI

G.ROMANI Tal y como sucediera el pasado 4 de febrero, ayer se reprodujeron las colas y las quejas de los residentes en Formentera que acudieron al Ayuntamiento para efectuar trámites relativos al DNI. Si habitualmente se trata de renovar el DNI o de personas que lo solicitan por primera vez, en las dos últimas ocasiones se ha producido una auténtica avalancha de residentes no sólo para estos dos supuestos sino que también, y en elevada cantidad, para actualizar los datos del DNI.

El motivo es que a partir del pasado diciembre, para obtener descuentos en los trayectos entre Formentera y Eivissa es condición sine qua non bien entregar un certificado de residente (0'60 euros) o presentar una fotocopia del DNI en el que conste la dirección de Formentera. Mucha gente sigue teniendo en su DNI direcciones de antiguos lugares de residencia y que no han actualizado esperando a que llegara el momento de su caducidad, pero las medidas arbitradas por el Govern para justificar los descuentos, ha movilizado a gran número de personas que aún no tienen su dirección en la Pitiusa menor en su DNI.

Si esta circunstancia hacía prever un aumento de volumen en el trabajo que cada primer lunes de mes realizan los dos funcionarios que se trasladan desde Eivissa, hay que añadir que en diciembre por coincidir el primer lunes con la festividad de Sant Francesc Xavier, los funcionarios no se desplazaron hasta Formentera y lo mismo sucedió en enero; en esta ocasión porque no disponían de formularios bilingües tal y como es ahora preceptivo. Los funcionarios debieron permanecer ayer en el Ayuntamiento hasta que acabaron de tramitar los DNI de todas las personas que pasada esa ahora seguían esperando su turno.