El alcalde de Sant Joan está convencido de que el municipio está siendo sometido a un control desmesurado en materia urbanística.

El conseller insular d'Urbanisme, Josep Marí Ribas, señaló ayer que los servicios jurídicos de la máxima institución de las Pitiüses estudiarán la próxima semana el contenido de la sentencia que considera legales las cuatro licencias de viviendas unifamiliares en Benirràs otorgadas por el ayuntamiento de Sant Joan, permisos que fueron impugnados por el Consell. Marí Ribas aseguró que «esta abierta la posibilidad de que el Consell presente un recurso de apelación contra la sentencia» emitida por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Palma.

El Consell trató de demostrar en su recurso contra las licencias que el suelo no podía ser considerado urbano, pero estas consideraciones no han sido admitidas por la juez. El Consell analizará los argumentos en su contra «para decidir en función de ellos si cabría elevar un recurso de apelación contra esta sentencia» o si, por el contrario, valoran «que pueda tener razón», supuesto en el que lo dejarían como está ahora. El recurso que presentó el Consell se decidió cuando Marí Ribas no era todavía conseller d'Urbanisme, por lo que éste reconoció ayer que no conocía a la perfección los detalles del mismo. De todos modos advirtió de que se trata «de un asunto muy complicado, plagado de detalles técnicos».

Por su parte, el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí Marí, se mostró ayer satisfecho con el resultado de la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo y recordó que la juez «ha dado la razón al ayuntamiento y sus asesores». Marí Marí cree que ratifica «que lo que hizo el ayuntamiento en su día es correcto» y criticó «el empeño del Consell en arremeter contra Sant Joan», a pesar de que la Comisión Insular de Urbanismo «había dado el visto bueno al plan parcial varias veces» y de que ha contado con informes técnicos y jurídicos favorables.