Cortar, pegar, pintar, decorar con brillantina, atar y dar un toque personal a cada una de los modelos propuestos en los distintos talleres de manualidades navideñas, además de hacer amigos, es lo que hacen desde el pasado jueves todos los niños y niñas de Sant Josep que han elegido el gimnasio del colegio L'Urgell para pasar parte de su tiempo de vacaciones. Allí un equipo formado por una docena de monitores divertidos y muy mañosos muestra a todos los participantes a realizar títeres caracterizados con la vestimenta de Papá Noel, serpientes para colgar de la lámpara de sus habitaciones o móviles con forma de farolillo de papel de distintos colores de los que cuelga un divertido cascabel para que recuerden la Navidad.
El objetivo es que los niños no se aburran y aprendan a realizar sus propias creaciones navideñas en compañía mientras disfrutan de otras actividades como el túnel del terror y actuaciones teatrales. Los Tallers de Nadal comenzaron el pasado jueves y hoy finaliza su primera entrega, ya que del 2 al 4 de enero volverán a ponerse en marcha para todos los niños de Sant Josep. El material para realizar todas estas manualidades es sencillo y está al alcance de todos: tijeras, cartulinas, papeles de colores, lápices y rotuladores y mucha imaginación para poder dar el toque personal e incentivar la creatividad entre todos los participantes.
Además de los diferentes talleres en los que los pequeños pueden elaborar distintos objetos de papel, las instalaciones brindan a los pequeños la oportunidad de realizar un viaje al túnel del terror en el que numerosos seres enmascarados y siniestros salen al encuentro de curiosos transeúntes de un laberinto iluminado con luz negra en el que cada día el montaje varía y ofrece nuevas sorpresas a los pequeños. En esta edición el túnel del terror cuenta con el doble de espacio y dos niveles en los que los pequeños se enfrentan a la oscuridad y sus habitantes en numerosas ocasiones a lo largo de toda la tarde.
«Lo que queremos con esta programación es que los críos creen su propio espacio de Navidad al mismo tiempo que les ofrecemos algo que hacer», explicó Gerardo Marín, uno de los responsables de los Tallers. Marín se mostró satisfecho con el desarrollo de estas actividades encaminadas al público infantil que reciben una media de 200 participantes al día y que se muestran como una buena alternativa de ocio. Todos los participantes en los talleres coincidieron al definirlos como divertidos y muy entretenidos, sobre todo en las distintas fases de la confección de los objetos en los que se requería una habilidad especial como la elaboración del gorro de Papá Noel, un cucurucho hecho con papel cebolla, o la decoración con brillantina de los farolillos de cartón.
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