GUILLERMO ROMANÍ La mayoría de las sentencias que se están conociendo estos últimos días respecto al deslinde marítimo-terrestre que Costas elaboró para Formentera han puesto en pie de guerra a los afectados. Particulares y abogados ven de forma sospechosa que todos los recursos relacionados con la playa de Migjorn hayan sido desfavorables.

Uno de los abogados que ha llevado el caso de un grupo de afectados, Rafael Azcoiti, ha confirmado que de las 26 sentencias que ha conocido, se han ganado seis, mientras que las veinte restantes, correspondientes todas a la playa de Migjorn, se han perdido. Para este letrado, «el argumento viene a ser que el magistrado Alfredo Roldán hizo unos informes cuando vino a hacer el reconocimiento judicial y parece ser que en las sentencias sólo se ha tenido en cuenta lo que dijo Roldán y nada de lo que dijo y escribió Germán Flor, nuestro perito, ni de los informes que realizó el perito señalado por la Audiencia Nacional, Valeriano Periañes».

Flor y Periañes son dos geólogos marinos de reputado prestigio. Uno de ellos es catedrático y el otro es requerido con mucha frecuencia para temas como estos y parece ser que ambos informaron en un mismo sentido. «Y sin embargo, en prácticamente todas sentencias se ignoran los informes geológicos y se ciñen a que como Roldán dijo que aquello era arena hay que pronunciarse en contra de los afectados», ha explicado el representante legal de los afectados en cuestión.

Según los juristas, hay sentencias que se contradicen unas a otras, tanto en las que se acepta el recurso como en las que se rechaza, ya que en unas dice que «la Administración demuestra..., mientras que en otras dice que como la Administración no ha demostrado...y por tanto se ha de anular el deslinde», explicó Azcoiti.

Ahora, lo único que cabe es presentar recurso de casación y, en su opinión, «eso está bien porque en las sentencias no se han utilizado argumentos geológicos, son unas sentencias que carecen de criterio jurídico y técnico». «Tanto es así que en dos parcelas contiguas, de las mismas características geológicas, para una hay una sentencia favorable y para la otra desfavorable, lo cual es absolutamente absurdo dada la continuidad geológica de ambas». A raíz de estas sentencias, el sentimiento de indignación aún ha crecido más entre los ciudadanos afectados.