La visita al Belén dura cinco minutos, el tiempo que dura el ciclo del juego de luces. Foto: KIKE TABERNER.

Vara de Rey ya tiene Belén, Manuel Rodríguez, sus hijos, Jesús y Manuel Alejandro, y su cuñado, Luis Francisco Muñoz, ultimaban poco antes del mediodía de ayer detalles de la representación del Nacimiento que permanecerá abierta hasta el 5 de enero. Inquietos y orgullosos con el resultado vieron las primeras impresiones del público que se acercó a ver la representación más extensa de los últimos años.

Se trata de un Belén de 12 metros de largo, 6 más que el año pasado, por tres de ancho, que se ha divido en varias escenas construidas minuciosamente. El recorrido comienza con la Anunciación de María, seguido de la escena de la posada englobada dentro de un mercado típico de la época, la Anunciación a los pastores, la llegada de los Reyes Magos y la matanza de Herodes. «Nos ha quedado un mal sabor de boca por no poder completar el ciclo con la huida a Egipto, pero no teníamos espacio para hacerlo», explicó Jesús.

Después de veinte días de montaje y un año de trabajo de diseño, el Belén ha quedado como sus creadores querían. «Se ve todo muy bien pero la gente tiene que fijarse en los detalles que no se ven a simple vista, tiene que pararse», precisó Manuel.