Durante 2001 el Consistorio ha recaudado 50 millones de pesetas más
de lo previsto inicialmente, circunstancia que ha permitido que los
presupuestos de 2002, aprobados el viernes con el apoyo de todas
las fuerzas políticas, hayan crecido hasta los 523 millones de
pesetas (3.145.800 euros), un 8'72 por ciento más que el ejercicio
que concluirá en los próximos días.
El secreto: la recaudación y el control de las obras que se
desarrollan en el municipio, el principal objetivo que se planteó
Antoni Marí Marí, Carraca, cuando fue nombrado alcalde. Desde
entonces, en sólo dos años el Consistorio ha aumentado su
presupuesto en casi 100 millones de pesetas. La institución poco se
parece a aquella que hasta 1999 languidecía por sus cuantiosas
deudas y escaso rendimiento recaudatorio.
Esta situación ha conducido a una curiosa paradoja: durante 2001
el Ayuntamiento ha otorgado tres licencias de obras menos que en
2000 pero ha recaudado más dinero, 10 millones, gracias, sobre
todo, a dos importantes obras de mejora que se han llevado a cabo
en un hotel de sa Cala y unos bungalows de Portinatx. Desde la
oposición progresista, el portavoz, Joan Mayans, recalcó que ese
incremento haya coincidido con la entrada en vigor de las
moratorias: «Se ha recaudado más dinero con menos licencias. Eso es
buena señal».
Además, se ha recaudado 5 millones más de lo previsto por
ingresos del Impuesto de Bienes Inmuebles, y 4 millones más por el
Impuesto de Actividades Económicas. Para 2002, el Consistorio sigue
la pauta de austeridad marcada en años anteriores. Sólo habrá una
nueva plaza en la plantilla de la Corporación.
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