Las monedas europeas desaparecerán progresivamente, a partir del
día uno de enero, para dejar paso a la nueva moneda única, el euro.
El cambio de divisa en Europa, no obstante, seguirá procesos
diferentes, puesto que los gobiernos nacionales de la Unión Europea
han escogido sus propios procesos de transición. En todo caso, los
billetes y monedas nacionales de toda la Unión se podrán cambiar en
cualquier país de la UE y siempre quedarán los cajeros automáticos
para casos de urgencia.
Las monedas de nueve países europeos, entre ellos España,
convivirán con el euro durante dos meses y dejarán de tener validez
legal a partir del día 28 de febrero, aunque existen cuatro
excepciones a esta norma general. El marco dejará de ser moneda de
curso legal en Alemania en cuanto se apaguen las 12 campanadas que
darán paso al nuevo año. Existe, no obstante, un pacto tácito por
el que los comerciantes de aquel país, se han comprometido a
aceptar la antigua divisa germana hasta el día 28 de febrero. Las
otras excepciones son el florín holandés, que dejará de existir el
lunes 28 de enero; el 9 de febrero lo hará la libra irlandesa y ,
finalmente, el jueves 17 de febrero pasará a la historia el franco
francés.
Autoridades y entidades financieras del conjunto de la UE,
advierten a los ciudadanos ante posibles confusiones en el cambio,
pero sobretodo ante posibles falsificaciones. De hecho, la policía
europea ya ha detectado intentos de introducir copias ilegales en
el continente.
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