La Policía Local de Santa Eulària precintó ayer las obras que se
desarrollaban en una decena de viviendas de la zona de Can Castelló
y el Canal de sa Bassa Roja después de que los servicios técnicos
comprobasen que no se ajustaban a las siete licencias de obra menor
concedidas por el Consistorio de Santa Eulària a un solo
constructor. Las obras fueron denunciadas la pasada semana por el
grupo municipal progresista al entender que encubrían una
«urbanización ilegal», ya que en 25.000 metros cuadrados de suelo
rústico había más de treinta viviendas, la mayor parte en proceso
de construcción. En principio, es necesario un mínimo de 15.000
metros cuadrados para poder edificar en esa zona, situada en las
inmediaciones del golf de Roca Llisa.
Tras la denuncia, formulada el viernes, el Consistorio envió al
lugar a los servicios técnicos, de cuyos informes se desprende que
las obras que se desarrollaban en una decena de casas excedían las
licencias de obra menor otorgadas por el Consistorio, ya que éstas
sólo sirven para pequeños acondicionamientos y mejoras, no para
alzar nuevas viviendas.
El alcalde de Santa Eulària, Vicent Guasch, explicó ayer que
tras los precintos se procederá a abrir los correspondientes
expedientes urbanísticos. En caso de que no puedan ser legalizadas,
deberán ser demolidas, tal como solicitaban los progresistas en la
denuncia.
Hasta el momento el Consistorio no ha podido hallar a todos los
propietarios de las parcelas donde se alzaban las viviendas
precintadas, según indicó el alcalde. No obstante, los servicios
técnicos han constatado que las siete licencias fueron concedidas a
un solo constructor, al que se ha precintado la maquinaria de su
propiedad que se encontraba en la zona.
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