La reciente firma del convenio por el que el Obispado cede a Parques Nacionales la casa rectoral de la iglesia de Sant Francesc de s'Estany para que la convierta en centro de interpretación y visitantes de la Reserva Natural ha 'resucitado' un viejo proyecto ideado entre los ecologistas del Grup d'Estudis de sa Naturalesa (GEN) y Luis Berbiela, hasta hace un año gestor de ses Salines. El objetivo es convertir el centro de interpretación en el punto de partida de un itinerario que transcurriría únicamente por los estanques de sa Sal Rossa. De esta manera se «alejaría» el tránsito de personas de los estanques de es Codolar, cuya presencia pone en peligro a las numerosas aves acuáticas que anidan o están de paso en esa zona.

El problema es cómo atraer los flamencos a los estanques de sa Sal Rossa, ya que la mayor parte del año se encuentran secos. La solución la plantean desde el Instituto Balear de Saneamiento (Ibasan), dependiente de la Conselleria balear de Medi Ambient: aprovechar el agua que genera la depuradora cercana, que actualmente se encuentra en fase de instalación del tratamiento terciario. El director territorial, Ramon Mayol, quiere sacar adelante este proyecto, que aún no se ha plasmado en papel pero que los ecologistas han vuelto a rescatar del olvido.

Para llevar a cabo ese plan se necesitaría reorganizar ese espacio (por ejemplo, modificando los taludes), especialmente para que los motociclistas dejen de pasar impunemente por sa Sal Rossa, donde dañan el entorno en el que crían valiosas aves acuáticas, como los chorlitejos chicos. El itinerario partiría de la casa rectoral de Sant Francesc y recorrería los estanques de sa Sal Rossa, en los que se instalarían casetas de observación. Sería un recorrido fijo que permitiría ilustrar a los visitantes y, sobre todo, alejarlos de zonas más sensibles a la presión humana, como los estanques de es Codolar.