Francesc Antich vuelve entre aplausos a su escaño tras intervenir durante más de hora y media.

El presidente del Govern de les Illes Balears, Francesc Antich, abrió ayer el debate sobre el estado de la Comunitat con un discurso centrado en las cifras y las realizaciones de un equipo que llega a mitad de legislatura. Antich habló del nuevo modelo territorial que está convencido de que podrá implantar de manera consensuada con los consells, de la ecotasa que se aplicará «más tarde o más temprano» y, muy especialmente, del mal trato continuo que sufre el archipiélago por parte del Gobierno central.

Antich inició sus ataques al Ejecutivo de José María Aznar reclamando que las Islas sean reconocidas como Estado y no como un mero «departamento administrativo» o «institución tutelada». Recriminó a Madrid que actúe pensando que «en Balears todos somos ricos» y exigió que de una vez por todas se desarrolle el Régimen Especial, en lugar de poner todo tipo de trabas a las Islas como ocurrió en las recientes negociaciones sobre financiación autonómica.

Escasas fueron las referencias específicas del presidente a las Pitiüses, aunque sí se centró durante un momento en Formentera para asegurar que los problemas de esta isla, debido a la triple insularidad que sufre, han sido siempre una prioridad para su equipo de gobierno. En este sentido, mencionó que se compensará a este territorio a través de las ayudas previstas en el consorcio recién creado y afirmó que se está trabajando para mejorar las condiciones del transporte.

También se refirió de manera concreta a Eivissa para asegurar que es objetivo del Govern que esta isla cuente con una unidad para atender a enfermos mentales, el mayor reto en materia de bienestar social al que se enfrenta la Comunitat, según Antich. Finalmente, se refirió también a un acuerdo adoptado hace unos días por el consell de govern con el objetivo de comprar fincas en espacios naturales de las Pitiüses.