«Aprecio la sinceridad, la espontaneidad, la entrega a los demás y
la honestidad». Estas son las virtudes que Cosme Vidal destacaba
del ser humano. Precisamente, el primer presidente que tuvo el
Consell Insular, hoy una figura recordada por todos, se destacó por
ser una persona humilde. Cuando recibió la Medalla de Oro del
Consell Insular el 21 de marzo de 1998, el homenajeado se quitó
méritos del papel que ha desempeñado para la historia de las
Pitiüses. «Soy consciente de que la distinción no es a mi persona,
sino a todos los que hace veinte años levantaron la institución y a
los que me acompañaron en los dos mandatos, de 1979 a 1983 y de
1983 a 1987».
Pero no sólo destacó en el ámbito político, sino también en el
aspecto deportivo, ya que promovió la construcción del primer
polideportivo cubierto de la isla. Pese a ser uno de los
cofundadores de la «Sociedad Deportiva Ibiza», no se mostraba
especialmente interesado en practicar el fútbol. Su huella en las
Pitiüses será difícil de olvidar, ya que impulsó la compra y puesta
en marcha de la finca de experimentación agraria y la construcción
del centro cultural de Cas Serres.
El recuerdo de la figura de Cosme Vidal trae a la memoria su
faceta de hombre familiar. «En el 66 se produjo el acontecimiento
más importante de mi vida, 'fiché' definitivamente y con contrato
permamente: me casé, vaya», relataba el propio Cosme Vidal en una
entrevista realizada en 1986. En otra ocasión, más reciente, en el
acto de entrega de la Medalla de Oro, tampoco olvidó a su mujer a
la que dedicó palabras muy emotivas, ya que coincidió el evento con
el aniversario de su boda.
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