Ayuntamiento, Guardia Civil y Dirección Insular se reunieron ayer para intentar atajar el problema.

El Consistorio de Santa Eulària ha solicitado ayuda a la Guardia Civil para atajar los actos vandálicos de una banda de gamberros que la tiene tomada con el mobiliario urbano del paseo marítimo, Cala Llonga y es Canar. Tan crucial es este asunto que ayer la Junta Local de Seguridad de Santa Eulària -compuesta por el alcalde, Vicent Guasch, la directora insular de la Administración General del Estado, Marienna Sánchez Jáuregui, y el capitán de la Guardia Civil, José López Garcia-Trujillo- se reunió para tratar exclusivamente como solucionar ese problema, que la localidad padece durante todo el invierno pero que se agudiza en verano al acabar la temporada escolar.

La directora insular explicó que aún no tienen «totalmente identificados» a los componentes de la banda. Ahora deberán averiguar si se trata siempre del mismo grupo de gamberros y de las mismas personas. Los primeros resultados se podrían tener en un mes, momento en que se volverá a reunir la Junta Local de Seguridad.

El alcalde calificó de «marabunta» a los componentes de ese grupo vandálico y explicó que está provocando cuantiosos daños económicos al municipio. Según detalló el edil, sus miembros (entre diez y quince chicos y chicas) tienen alrededor de 14 y 16 años y se trasladan en motocicletas de un punto a otro del municipio.

La decisión de actuar contra ese grupo ha sido motivada porque desde hace un año sus componentes no han dejado de dañar los bienes municipales, dejando a su paso una factura de varios millones de pesetas cuya factura el Ayuntamiento desea cobrarles, bien a los responsables o a sus progenitores. Sánchez-Jáuregui indicó que el modo de operar de la banda es similar al que empleó el año pasado.