La Conselleria de Sanitat del Govern confirmó ayer que está
practicando análisis a los inmigrantes encerrados en la parroquia
de Santa Cruz en Eivissa para descartar cualquier posible brote de
tuberculosis en el colectivo. Fuentes de la citada conselleria
explicaron que se encontró a una persona sospechosa de padecer esta
enfermedad, que se le practicaron pruebas para comprobar si la
tenía o no y que, mientras tanto, se hicieron pruebas al resto de
encerrados ya que la situación de convivencia podía suponer un
contagio masivo.
El caso sospechoso ha dado negativo. En lo que respecta al resto
de encerrados se les practicó un «mantus», una prueba para
comprobar si hay presencia del bacilo. «Han dado varios casos
positivo -señaló Sanitat- pero no quiere decir directamente que
tengan la enfermedad sino que en algún momento de sus vidas pueden
haber estado en contacto con un brote, cerca de una persona con la
enfermedad o que sea una reacción si se han puesto la vacuna». El
personal sanitario hará radiografías a los casos positivos, «más
que nada para descartar que hay casos», matizaron.
El hecho de ser inmigrantes de procedencia de países donde las
condiciones sanitarias no son óptimas y donde esta enfermedad es
más frecuente puede haber sido la causa de los test positivos.
Cuando hay un caso de tuberculosis «siempre se sigue este
protocolo», explicaron.
Por otra parte, los integrantes de la Plataforma por la
Convivencia se entrevistarán el próximo lunes con la directora
insular de la Administración del Estado en Eivissa y Formentera, Mª
Encarnación Sánchez-Jáuregui.
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