Los vecinos desalojados del bloque de viviendas y locales comerciales dañado por el derrumbe del edificio de Viajes Barceló calificaron de «chapuza» el informe de ruina abierto por el Ayuntamiento de Eivissa. El estudio dice, entre otras cosas, que no se han analizado las patologías del edificio -estado de los materiales de la obra- «lo que induce a quien lo lee a pensar que la estructura cayó porque presentaba un fallo de construcción», según los afectados. Con este texto, «el Ayuntamiento intenta eludir su responsabilidad por permitir una reforma que no cuenta con licencia», dicen. Como informe técnico «debería dar datos mucho más fiables y las conclusiones son más bien vagas», apuntaron.

Por otra parte, ayer declaró en el juzgado de Eivissa un representante de la constructora Saguri que efectuaba, sin licencia, las reformas del local del edificio de Viajes Barceló cuando se derrumbó. La empresa Viajes Barceló declarará en otra vista ya que no llegó a tiempo la citación para ayer. Con estas declaraciones se intentará esclarecer qué grado de responsabilidad hay entre la constructora, la agencia y del Ayuntamiento ya que se hacía una reforma sin licencia municipal cuando cayó el edificio. Un hecho que los vecinos consideran «muy grave».

El Ayuntamiento requirió un informe técnico y un plan de seguridad a la obra antes del siniestro que no fueron presentados «por lo que la obra debería haber sido parada», señalaron los portavoces de los vecinos. Si hubiese un informe técnico previo se hubiese previsto que la estructura del edifico no podría soportar una nueva cubierta o la eliminación de tabiques.

Un portavoz de los vecinos indicó ayer que están tranquilos pero a la espera de que se vayan atando cabos sobre las responsabilidades en el caso y ver un poco más claro su futuro tras cuatro meses de espera desde el desalojo.