Dentro de las actuaciones que la Conselleria balear d'Obres Públiques ha proyectado para reducir la peligrosidad del tramo de las discotecas, la que supondrá un cambio más llamativo es la construcción de una rotonda a la salida de Sant Rafel. El Consell de Govern autorizó el pasado viernes la contratación de las obras, que se ejecutarán en el plazo de tres meses, eso sí, después del verano, de manera que estará lista para la temporada de 2002.

Con un presupuesto de 72.716.203 pesetas, se ubicará en el kilómetro 6'8 de la carretera Sant Antoni-Eivissa, en su intersección con la C-731. La glorieta facilitará el acceso desde esta última vía a la carretera principal en dirección a Eivissa, lo que representará un alivio para los vecinos de Sant Rafel, que se la juegan a diario en ese punto negro de la red viaria.

Esa nueva construcción estará iluminada por 20 farolas de 10 metros de altura. Siete de esas luminarias se instalarán en el tramo más cercano a Eivissa, otras siete en el más próximo a Sant Antoni y, finalmente, habrá seis que rodearán la rotonda. La iluminación es otra medida de seguridad, ya que servirá de aviso para los conductores que se aproximen a ella durante la noche. Un reloj astronómico controlará de forma automática el encendido y apagado de las farolas.

La rotonda tendrá dos carriles interiores, cada uno de ellos de 4'5 metros de anchura. Además, habrá dos aceras de emergencia, una interna y otra externa, que tendrán un metro de ancho. La parte asfaltada de la rotonda ocupará, pues, una corona de once metros.

En esta nueva construcción se contempla la habilitación de un carril cero para acceder a Sant Rafel desde Eivissa, por lo que no será necesario -aunque también se puede- pasar por la rotonda para entrar en la parroquia. La carretera desde Sant Antoni continuará teniendo un solo carril, que será doble poco antes de llegar a la glorieta. Desde Eivissa, la carretera seguirá teniendo dos carriles, al que se añadirá el carril cero. Pero esa no es la única obra que incluye este proyecto. Además, los 73 millones servirán para ampliar la intersección existente en el punto kilométrico 7'7 de la carretera de Sant Antoni. Tras los cambios, en esa zona habrá cuatro ceda el paso y un stop.