La fachada de la iglesia realzó el desfile. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

La metamorfosis se pasó ayer por los aledaños de la iglesia de Sant Josep. La zona de acceso al centro parroquial se convirtió en el centro de operaciones de los alumnos de la Escola d'Arts y de los jóvenes creadores Melanie Socías, Ana Figuerola, Estefanía Torres y Antonio y José Bonet, y la fachada y plaza del pueblo en una auténtica pasarela de moda.

Desde las 16'00 horas el trajín, el ir y venir, los ensayos de coreografías, luz y sonido, fueron constantes. Un equipo de diez personas, formado por peluqueros, maquilladores, estilistas y coreógrafos, dirigidos por Miguel Marino, vigilaban que todo estuviese a punto. Entre el grupo de modelos figuraban cinco chicas y un chico ibicenco de la agencia Style Models de entre 21 y 26 años de los cuales la mayoría debutaban. Todos ellos se mostraron bastante tranquilos a pesar de ser principiantes en un desfile de esta importancia y características.

Los que sí se mostraron más inquietos fueron los distintos creadores por la alta responsabilidad que se les venía encima: que todo estuviese correcto y a punto a la hora prevista. La selección de las modelos y el traje adecuado a las características de cada una de ellas fue una de las tareas de los preparativos en las que invirtieron más tiempo. «Son chicas guapísimas con unas medidas increíbles que tenemos que ver cómo caminan con los vestidos. Lo importante es que se sientan cómodas y sepan portar cada prenda», comentó Melanie Socías.

Cosa que realizaron a la perfección las veinte chicas y el chico que participaron en un desfile que fue presenciado por cientos de personas y que sorprendió gratamente a los asistentes. El evento comenzó veinte minutos más tarde sobre el horario previsto debido a que dos de los 'padrinos' y presentadores del mismo, los actores Adrià Collado y Paco Marín, que acompañaron a una puntual Adriana Domínguez, llegaron con cierto retraso.