Dos operarios trabajan en la zona del vertido retirando el detritus que se desbordó de la planta depuradora. Foto: K.T.

Una avería en la depuradora de Eivissa provocó el vertido, durante la noche del martes al miércoles, de alrededor de 1.000 metros cúbicos de aguas fecales, que fueron a parar al camino de s'Empedrat y al torrente situado entre los edificios Brisol y Girasoles. Los problemas en la instalación afectaron al comienzo de la etapa de tratamiento, de manera que las aguas que inundaron tanto las instalaciones del Ibasan como las zonas anexas eran fecales. En la zona se respiraba un desagradable hedor a orín y detritus que los operarios de Infilco, la empresa concesionaria de la gestión de esa estación, trataban de paliar a primeras horas de la mañana echando cloro.

Las aguas fecales rebosaron durante la noche, cuando nadie controla el funcionamiento. Los operarios de la empresa Infilco pudieron solucionar el vertido a las 6'30 horas, justo cuando comenzaron la jornada laboral. Daba la coincidencia de que la jefa de la planta estaba ausente, debido a que hace tres días comenzó sus vacaciones. Nada más ser informado del vertido incontrolado, el director territorial del Instituto Balear de Saneamiento (Ibasan), Ramon Mayol, ordenó una serie de medidas para que, urgentemente, la zona fuera limpiada, de manera que se reduzca en lo posible la contaminación y se palíen los malos olores, que afectan a vecinos, trabajadores de la zona y clientes de un supermercado cercano.

Hace un año, ocurrió un vertido similar, si bien el gerente del Ibasan, Mateo Horrach, con despacho en Palma, no adoptó entonces ninguna medida. Ayer, Mayol, que comenzó su andadura como director territorial en Eivissa hace escasos meses, contrató los servicios de una empresa que entre las dos y las tres de la tarde retiró con una bomba las aguas residuales encharcadas. Asimismo, entre hoy y mañana varios operarios del Ibasan limpiarán con agua la zona afectada. Esta operación se podría repetir el sábado si fuera necesario.

Mayol explicó que la avería que provocó el vertido «no fue normal», ya que en casos similares el agua tendría que haber salido por el emisario o por el torrente que corre paralelo al camino viejo de Jesús. La empresa Infilco redactará un informe sobre qué ha ocurrido y cómo se puede remediar en el futuro.