Esta semana se ha cumplido un año desde que las navieras
Umafisa-Trasmapi y Baleària se unieron para explotar conjuntamente
las líneas marítimas entre Eivissa, Formentera y Denia. El servicio
comenzó a funcionar el 1 de mayo de 2000, abriendo una agria
polémica con los empresarios y usuarios de estas líneas, que
acusaban al consorcio de haber establecido un monopolio implícito y
atentar contra uno de los principios básicos de los servicos de
este tipo: garantizar la competencia.
Antes de la puesta en marcha del servicio conjunto, los
empresarios aseguraban que se lanzaban más ofertas y las tarifas
sufrían fluctuaciones para intentar atraer a los clientes a una u
otra línea. Al unirse en esta explotación conjunta de bienes,
acusaron a las navieras de sentar las bases para establecer los
precios a su antojo y obligar a los empresarios a asumirlos, ya que
no había otra alternativa para un servicio del que no podían
prescindir.
Las empresas de transporte marítimo implicadas en ningún momento
han reconocido estas acusaciones. Es más, han enviado varios
comunicados y han señalado públicamente en más de una ocasión que
rechazan de plano las acusaciones de monopolio que han recibido
desde varios sectores de manera directa o mediante
insinuaciones.
Las navieras consideran que «la actitud discriminatoria e
inquisidora hacia las empresas que sostienen el transporte marítimo
entre las Pitiüses, con nula disposición al diálogo y al
entendimiento, en nada contribuye al desarrollo sostenible deseable
para la comunidad, ofreciendo la Administración una imagen de
intransigencia que nada dice a su favor».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.