Cinco mil de los 75.000 suministros eléctricos existentes en las Pitiüses no disponen aún de corriente de 220 voltios. Alrededor del siete por ciento de los hogares pitiusos poseen, pues, instalaciones anticuadas de 125 voltios. La compañía GESA pretende ahora reactivar la campaña iniciada hace unos años cuyo objetivo era que los vecinos renovasen sus conexiones eléctricas. Ante el relativo fracaso que tuvo esa iniciativa, la empresa diseña un nuevo plan director enfocado a cambiar la tensión de 5.000 hogares ibicencos, según explicó José Roselló Tur, responsable de Distribución de GESA en las Pitiüses.

El propósito es que esas instalaciones caducas sean renovadas en el plazo de cinco años. Sin embargo, y pese a que el cambio de tensión está incentivado, desde la compañía admiten que habrá problemas para que todos esos suministros tengan la corriente de 220 voltios. Según Roselló, se trata de una tarea «muy difícil», porque es el propietario de la vivienda el que debe decidir si invierte en esa mejora. La compañía no puede obligarle. Por lo tanto, la renovación de esos cinco millares de instalaciones depende de la voluntad de los vecinos.

La práctica totalidad de los afectados reside en los cascos antiguos de Eivissa y Formentera, como Dalt Vila, la Marina, sa Penya, Figueretes y el Puig de Missa de Santa Eulària. Probablemente, antes del verano ya no queden hogares del Puig de Missa con instalaciones de 125 voltios, si bien queda un par de vecinos reticentes al cambio de tensión.