El director general de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, José Trigueros, se comprometió anteayer con el senador del PP Enrique Fajarnés y el concejal de Economía del Ayuntamiento de Eivissa, Joan Boned, a financiar el arreglo del acantilado del Mirador con dinero de los presupuestos generales del Estado del año 2002.

Fajarnés y Boned, que se felicitaron mutuamente por la buena disposición de progresistas y populares para llevar este tema adelante conjuntamente, explicaron ayer que Trigueros fue informado de que las obras podrían tener un coste aproximado de entre 65 y 70 millones de pesetas, aunque el proyecto definitivo está todavía por concluir.

Las obras, que el Ayuntamiento confía, ahora sí, en que puedan empezar el año que viene, se pagarán con dinero del llamado 1 por ciento cultural. De hecho, según los políticos ibicencos, Trigueros se mostró satisfecho de que al menos por una vez dicha partida no vaya a emplearse exclusivamente en cuestiones como la adquisición de obras de arte, «sino a un arreglo en zona de costa pero que también es la zona de consolidación de las murallas renacentistas».

Debido a que el cien por cien del importe de la mejora va a ser costeado por el Gobierno central, lo más probable es que sea esta administración la que se ocupe de la contratación de las obras, sin embargo este tema aún no ha quedado cerrado puesto que el próximo paso consiste en enviar el proyecto desde Eivissa para que sea supervisado por el Ministerio.

Fajarnés incidió ayer en que a lo largo de los últimos años se han ido haciendo otras mejoras en la zona que han evitado que sigan produciéndose filtraciones de agua que agravasen el problema del Mirador. Boned explicó también que los trabajos están destinados tanto a consolidar el acantilado para que no haya más desprendimientos como a evitar que pueda dañarse la muralla.