El alcalde de Formentera, Isidor Torres, reconoció ayer que se ha de conseguir actuar con mucha más eficacia al ataque de perros que están diezmando la cabaña de Formentera. En este sentido Torres anunció que el Ayuntamiento «volverá a publicar un bando recordando las obligaciones y responsabilidades de los propietarios de los perros tanto por lo que hace referencia al chip obligatorio, la cartilla de vacunas y que cuando paseen con ellos deben ir con correa y bozal». El alcalde afirmó que «desde ahora mismo» la Policía Local extremará los controles de los perros y que «firmaremos un convenio con el Ayuntamiento de Eivissa para que un par de veces por semana el lacero de Vila se desplace hasta Formentera».

Torres reconoció asimismo el sentimiento de indefensión de los ganaderos, que ven como sus rebaños son atacados con total impunidad por unos perros de difícil control, «pero haremos todo lo necesario para acabar con esta situación», afirmó tras haberse reunido con una nutrida representación de la Associació de Ramaders de Formentera, que le urgieron para que adoptara medidas drásticas e inmediatas encaminadas a terminar con los continuos ataques de perros al ganado formenterense.

Tras la reunión, a la que asistieron una docena de directivos de la asociación, así como el veterinario de la isla, Llorenç Córdoba, y algunos ganaderos recientemente afectados, el secretario de la Associació de Ramaders, Jaume Verdera, explicó que «a principios de invierno mandamos un escrito al Consistorio en el que hacíamos referencia a la falta de control sobre los perros asilvestrados o los que tienen propietario pero que están sueltos y que son, en gran medida, culpables de los hechos que denunciamos y que, por desgracia, se reproducen cada vez con mayor frecuencia».

En el escrito, los ganaderos piden que se cumplan los puntos que figuran en las ordenanzas, como el de que los perros lleven obligatoriamente un chip identificativo. Los continuos ataques que se están produciendo, diez explotaciones afectadas en quince días, contra el ganado ovino y caprino por la zona de Can Parra y de es Cap de Barbaria, a los que hay que sumar ataques contra gallinas en la zona de Es Caló, han soliviantado a los ganaderos hasta el punto que «más de uno se está pensando seriamente aplicar la llei pagesa» ha afirmado un ganadero que ha preferido mantenerse en el anonimato.