La calle Garijo y la plaza de Sant Elm, en el municipio de Eivissa,
no contarán este año con puestos como los que se instalan en el
puerto de Eivissa. El concejal de Turismo y Comercio del
Ayuntamiento, Maurici Cuesta, confirmó ayer que no se han dado los
permisos para colocar los siete puntos de venta que había el año
pasado porque la intención de la institución es «racionalizar» este
mercadillo y reducir la ocupación de la vía pública.
Esta reducción también se dejará sentir en el puerto de Eivissa,
puesto que los permisos han bajado de 60 a 57. El Ayuntamiento ha
aprovechado que tres vendedores no han solicitado la renovación de
su autorización para no conceder estos permisos a ningún otro
vendedor, un procedimiento que seguirá en los próximos años. «Los
vendedores están de acuerdo con esta filosofía. Hay un exceso de
puestos y la tendencia es a ir reduciéndolos. Se ha aprovechado
para eliminar los que no han pedido la renovación y así se seguirá
haciendo», comentó Cuesta.
La institución no se ha fijado una cifra exacta del número de
puestos que le gustaría mantener pero, según el edil del Pacte
Progressista, la cifra óptima para el puerto ibicenco podría rondar
entre los 40 y los 50 puntos de venta. De momento, en el paseo
marítimo de ses Figueretes se han autorizado otros 39 puestos, la
misma cifra que había el año pasado. También en este caso el
concejal de Comercio considera que habría que bajar la cantidad,
aunque habrá que esperar a otro año para poder hacerlo.
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