La sesión plenaria del Parlament aprobó en su sesión de ayer la puesta en marcha del impuesto turístico.

El pleno del Parlament balear aprobó ayer, con la oposición del grupo del PP, la Ley del Impuesto sobre Estancias en Empresas de Alojamiento Turístico, conocido como ecotasa y destinado a la dotación de proyectos de rehabilitación de zonas turísticas y espacios naturales. El nuevo impuesto, el primero de sus características aprobado en España, fue defendido por los grupos de izquierdas y nacionalistas que apoyan al Govern como la única alternativa para lograr recursos económicos con los que compensar el sobrecoste que supone para la Comunitat recibir cada año diez millones de turistas.

Por contra, el PP defendió que la implantación de este gravamen «injusto, discriminatorio y arbitrario» incidirá negativamente en la competitividad del principal sector productivo del archipiélago. La normativa promovida por el Gobierno balear supondrá que, seis meses después de su publicación en el boletín oficial de la Comunitat, todos los turistas mayores de 12 años que no viajen gracias a programas sociales subvencionados y que se alojen en establecimientos turísticos pagarán una media de un euro diario, obligación cuyo cumplimiento deberán garantizar los hoteleros.

El portavoz adjunto del Partido Popular, Joan Flaquer, vaticinó que la pérdida de competitividad del turismo balear que ocasionará el nuevo impuesto provocará además una reducción de los puestos de trabajo, por lo que calificó el proyecto de «descabellado». Asimismo, consideró que el impuesto es «discriminatorio porque sólo afecta a un subsector del turismo», como es el negocio hotelero, mientras que no incide en la desaparición de una bolsa de alojamientos ilegales que supone un fraude fiscal anual estimado de 10.000 millones de pesetas.