La Semana Santa como nexo de unión vecinal

Hoy, todos los miembros de estas agrupaciones, alrededor de unas 500 personas, hombres, mujeres y niños de todas las edades, ultiman los preparativos de lo que serán las procesiones del Jueves y el Viernes Santo. Rufo Àlvarez, hermano de la cofradía del Cristo Yacente, Félix Madrigal, de la Dolorosa, Vicente Marí Torres, de la de Santa Marta y Fernando Cardona, del Vía Crucis son algunos de los artífices de la recuperación de los pasos de la Semana Santa en 1997. «Se podría decir que somos el relevo generacional de los responsables de la Semana Santa antes de 1973», comenta Vicente Marí, quien explica que el origen de las procesiones en la localidad se remonta a principios de los años 50.

«Lo importante es que todas las cofradías están integradas dentro de la Asociación Cultural Puig de Missa, cuyo presidente, Mariano 'Sa Cova', es uno de los artífices de la recuperación de esta tradición, y que todo el pueblo participa en la organización de estos actos», dice Madrigal. «La Semana Santa además del sentido religioso y cristiano es una forma de reunirnos y trabajar en equipo los vecinos. Sirve de nexo entre las distintas generaciones», añade Marí.

Este año las tres procesiones previstas, la de 'Las Antorchas' el Jueves Santo, el Vía Crucis Viviente y la del 'Santo Entierro', ambas el Viernes Santo, tienen como novedad la sustitución de las velas eléctricas por los cirios de cera «más auténticos y mucho más estéticos», comenta Rufo Àlvarez, y la renovación del paso del Cristo Yacente con columnas de madera torneada y telas bordadas con hilos de oro. La segunda representación viviente del Vía Crucis el viernes por la mañana será una de las citas importantes de estos días. Catorce personas se pondrán en la piel de los distintos personajes de la Pasión.