La Conselleria de Turisme del Consell Insular es consciente de que el problema que más preocupa al colectivo de los guías turísticos es el del intrusismo, motivo por el cual durante el año 2000 llevó a cabo hasta 31 inspecciones con el objetivo de detectar a personas o agencias que ejercen de forma fraudelenta esta actividad. Como resultado de estas operaciones, la Conselleria que dirige Josep Marí Ribas llegó a abrir una decena de expedientes sancionadores contra personas que operaban sin tener la acreditación correspondiente.

Marí Ribas explicó que, en su opinión, el colectivo de los guías turísticos «no es muy numeroso pero cumple una función muy importante para Eivissa y Formentera». El conseller señaló que se trata de un sector que está especialmente afectado por la estacionalidad turística, puesto que los 88 profesionales que en estos momentos están acreditados para ejercer esta función resultan totalmente insuficientes en temporada alta, lo que muchas veces anima a las agencias a utilizar a personal que no cuenta con los permisos necesarios.

«La Conselleria hace inspecciones y estas se traducen en sanciones bastante importantes contra las personas que ejercen sin autorización y las agencias que las contratan y esta labor inspectora se tiene que seguir haciendo», comentó el conseller, que ha mantenido numerosos encuentros con las dos asociaciones profesionales que representan a estos trabajadores. Al margen de problemas administrativos, la cuestión del intrusismo es la que siempre ponen sobre la mesa.