El prestigioso clown Peter Gaddish llegó ayer a Eivissa procedente de Barcelona -donde imparte clases en el Colegio de Teatre y en el Centre d'Estudis de Teatre- para participar en la II Trobada del Clown de Sant Josep de sa Talaia. Nada más llegar acudió a las instalaciones del gimnasio l'Urgell para comenzar las sesiones de trabajo previstas en la segunda jornada del certamen. Allí le esperaba un grupo de payasos de nuevo cuño ávido de conocer las técnicas tan difundidas de un experto en este ámbito. Sin tiempo para deshacer las maletas, Peter Gaddish reunió a sus colegas en el escenario donde el día antes Eric de Bont impartió una clase abierta a sus alumnos más aventajados.

Con el certamen ya inaugurado, ayer era el momento de comenzar a intercambiar las experiencias de risa con las que los inscritos suelen actuar en sus respectivos lugares de origen, ya que este es el principal propósito por el cual se convocó una segunda edición de la trobada. Aunque antes de proceder a la conjunción de ideas, Peter Gaddish se configuró como el centro de atención de los asistentes, con quienes se familiarizó para eliminar las tensiones que perjudicaran al libre desarrollo de la expresividad propia de los clown con varios juegos.

«Los clown no son actores que se ponen diferentes máscaras, sino que se las quitan hasta llegar a lo más cotidiano, a lo más profundo y espontáneo que perdemos cuando dejamos aparcada la niñez. Yo supe que tenía que ser un payaso desde que tenía dos años, y eso trato de enseñar, cómo conseguirlo. Y para ello es necesario realizar ejercicios que permitan el desbloqueo de los agentes que no te permiten improvisar». Bajo estas premisas presentó Peter Gaddish su concepto acerca de la filosofía clown. Hoy se verá las caras con su compañero Eric de Bont en el acto de clausura.