El portavoz de la Unión de Consumidores de Eivissa, Carlos Salinas, confirmó ayer que cerca del 50 por ciento de las consultas que ha recibido en los últimos meses se refieren a retrasos «considerables» sobre la fecha de entrega de las viviendas de nueva construcción.

Los retrasos de los que ha tenido constancia Salinas «llegan al año y medio en algunos casos» y «es raro que un bloque se entregue en fecha», señaló. A pesar del trastorno que suponen estas demoras, «los compradores no suelen poner denuncias dado que en los contratos no suele haber una cláusula de penalización si se no cumple el plazo prometido», explica Salinas.

Los meses comprendidos entre marzo y junio son los más habituales para fijar la entrega de la obra, por lo que empiezan a acumularse las consultas de este año con las de 2000.

El representante de los consumidores conoce casos concretos de personas que «se han visto en la calle al haber vendido la casa en la que residían confiando en el plazo de entrega de la nueva, que finalmente se ha retrasado meses». Para evitar estos extremos, Salinas aconseja a los compradores que estudien detenidamente los contratos y que acudan a expertos en el tema. «Es conveniente estudiarlo bien para pedir cambios en caso necesario, como, por ejemplo, exigir a la constructora el pago del alquiler de otra vivienda en caso de que el retraso suponga un grave problema», señaló.