Una instantánea de la reunión del Consell de Navegació i Port d'Eivissa, ayer en la sede de la Autoritat Portuària. Foto: M.F.

El presidente de la Autoritat Portuària reconoció ayer en Eivissa, tras la reunión del Consell de Navegació i Port d'Eivissa, que el retraso sobre la previsión de conclusión del dique hasta octubre del 2002 obliga a este organismo «a solicitar una prórroga ante la comisión de seguimiento de los Fondos de Cohesión de la UE» para que no haya problemas con la financiación Europea, de más de 4.000 millones, al proyecto. El plazo marcado como límite para la financiación de la obra en el contrato es julio de 2002 por lo que la Autoritat Portùaria deberá justificar las causas del retraso de tres meses sobre la fecha.

La última demora se debe, según Triay, a que la draga que iba a succionar los fondos sobre los que se asentará el dique no se ha podido contratar hasta contar con los permisos para el vertido. «Este tipo de máquinas son escasas y están muy reclamadas para proyectos en cualquier lugar del mundo», remarcó el presidente de la Autoritat Portuària, que presentará este y otros argumentos ante la comisión de seguimiento de los Fondos de Cohesión.

Triay recordó que el dragado comenzará en mayo y se prolongará durante cuatro semanas. El departamento arqueológico del Consell Insular realizará un seguimiento del proceso para comprobar si hay algún resto entre los materiales extraídos. «Se trata -dijo el responsable de Ports- de dar la máxima seguridad» porque los estudios arqueológicos previos ya descartan la presencia de vestigios. Con respecto al vertido de los fondos extraídos, Triay reiteró que cuentan con todos los permisos y que no van a realizar un estudio de impacto ambiental del depósito de dragados «porque no hay obligación».

Recalcando que la obra no cuenta con irregularidades «de ningún tipo», Triay aseguró que el retraso de las obras «no supondrá ningún incremento en el coste final» porque hay «un margen suficiente en el presupuesto como para asumir las modificaciones en los planes iniciales». Triay manifestó ayer sentirse «tranquilo» en lo que respecta al proyecto y señaló que cuentan «con todo el apoyo de la Administración española».