Sin balón en el campo de fútbol

Los juegos organizados por sus educadores tenían una nota en común: su procedencia popular, fruto del contacto surgido de generación en generación. Así, el rescate, el pañuelo, el escondite o las carreras de sacos robaron ayer el protagonismo al fútbol, al tenis y al baloncesto.

Las instalaciones municipales de Sant Vicent recibieron desde las diez de la mañana autobuses repletos de niños de todas las edades que se disponían a pasar una mañana entretenida acompañados por sus compañeros de clase y contrincantes a la vez en las diversas pruebas que los organizadores diseñaron. Javier, de sexto de primaria, explicó: «Está muy bien participar en juegos así y que se organicen en las horas en las que normalmente tenemos clase». Los alumnos se repartieron en tres categorías en función de sus edades -infantil, primer y segundo ciclo de primaria y los de secundaria y tercer ciclo de primaria-. Los más pequeños ocuparon las pistas de tenis y fútbol-sala, mientras que los mayores desarrollaron sus actividades en el campo de fútbol de arena.

«Esperemos que se repita este encuentro, me lo estoy pasando muy bien y siempre gusta ganar». Así explicaba otro de los alumnos las sensaciones que le produjo la convocatoria. Por su parte, Eva Rincón, profesora de Educación Física del Colegio Labritja, apuntó que «el año pasado nos presentamos a la olimpiada infantil y no nos gustó, por eso decidimos organizar esta trobada, que esperemos se pueda repetir una vez al año porque a los alumnos les gusta bastante, como hemos comprobado esta mañana». Y es que no todos los días se tiene la oportunidad de juntar los elementos necesarios como para disfrutar de los juegos que se han heredado de la tradición, los que en su momento surgieron de la creatividad o de la imaginación cuando los avances tecnológicos y las consolas de videojuegos no eran ni siquiera un proyecto.